viernes, 28 de diciembre de 2012
jueves, 27 de diciembre de 2012
domingo, 23 de diciembre de 2012
¿Quién es el Olentzero?
Al Olentzero todo el
mundo lo conoce, pero… ¿quién es?
"Todo lo que tiene nombre, existe… si creemos en su
existencia".
La celebración de
Papá Noel perdió poco a poco algunas de sus tradiciones clásicas como la del
"tronco del hogar". Pero hay otra tradición, la del Olentzero, que se
extendió a todo Euskal Herria y desde alli a las comunidades vascas del mundo.
“Y yo te ayudaré"
gritó el Prakagorri dando giros alrededor del Olentzero. Y por ello a mediados
de cada invierno, al final del año, Olentzero visita cada ciudad de Euskal
Herria para llevar regalos y juguetes a los niños sin familia. Todos los niños
celebran la llegada de Olentzero, cantando las canciones y difundiendo su
mensaje de amor, fuerza y valor.
“Y yo te
ayudaré" gritó el Prakagorri dando giros alrededor del Olentzero. Y por
ello a mediados de cada invierno, al final del año, Olentzero visita cada
ciudad de Euskal Herria para llevar regalos y juguetes a los niños sin familia.
Todos los niños celebran la llegada de Olentzero, cantando las canciones y
difundiendo su mensaje de amor, fuerza y valor.
La historia del Olentzero representa a este personaje como un carbonero,
que desciende de la montaña para anunciar a la población el nacimiento de Jesús.
El mito de Olentzero, originario el valle del Bidassoa, ha
atravesado los tiempos adaptándose sin interrupción. Hoy, extendiéndose la
tradición a toda Euskal Herria, tiende a tomar una nueva forma como sustitutivo
de Papá Noel.
Todos los 24 de diciembre por la noche grupos de cantantes van de
casa en casa acompañados de un maniquí, que sentado sobre una silla, representa
al Olentzero.
Esta figura mítica tiene su origen en la ciudad de Lesaka, en la
Navarra húmeda del noroeste. Se asocia a muchas leyendas. En algunos lugares es
temerario, aunque generalmente es un ser bueno. Es el símbolo del año que
finaliza y el espíritu de renovación del año.
La leyenda
La leyenda dice que el Olentzero es un hombre humilde que por su
amor penetró el corazón de todas las criaturas, reales e imaginarias.
Hace mucho-mucho tiempo en los profundos bosques de Euskal Herria
vivía un hada muy bonita, de cabellos dorados y sus ojos que brillaban como el
fuego. Al igual que todas las hadas se ocupaba de las personas y siempre era
acompañada por una pequeña y divertida criatura que la ayudaba en el trabajo:
el Prakagorris.
Un día mientras que paseaba a través de las montañas se detuvo
para cepillar su cabello cerca de una fuente. Repentinamente, el Prakagorris
observó que algo se movía entre los arbustos. El hada siguió cepillándose su
cabello y solo se dio cuenta del movimiento por los gritos del Prakagorris.
-"Es un bebé" dijo el mayor de los lutins.
-"¿Por qué lo han dejado allí?" preguntaron.
-"No lo sé" dijo la hada, "es difícil entender por
qué a veces los hombres son tan crueles."
-"A partir de ahora te llamaras Olentzero, porque ha sido
maravilloso haberte encontrado", dijo el hada al niño. Y agregó “Te
gratifico con la fuerza, el valor y el Amor".
El hada tomó entonces al bebé y lo llevó hacia una vieja casa al
lado del bosque donde vivía una pareja sin hijos y les dijo "estarán muy
felices al encontrarte y cuidaran de ti". Dicho esto, el hada se marchó
dejando al pequeño delante de su puerta.
Al día siguiente, cuando el sol comenzaba a asomarse y el hombre
salía de su casa para ir a ordeñar a las vacas se sorprendió al ver al bebé. De
inmediato llamó a su mujer: “querida, ven rápidamente ver lo que encontré".
Como el hada lo predijo se alegraron mucho al ver al pequeño.
"qué oportunidad" dijo la mujer, que cubrió inmediatamente al niño
con una manta para calentarlo. Lo alimentaron y lo adoptaron como hijo.
Así fue como el Olentzero creció en las hermosas montañas. Ya
hecho un hombre sentía gratitud para con sus padres y no se preocupaba por sus
orígenes. El Olentzero trabajaba duro cada día para ayudar a su padre que
comenzaba a envejecer.
Después de muchos años felices sus padres fallecieron. Los años
pasaron también para él, su rostro se arrugó y su cabello se llenó de canas. La
vida en soledad lo volvió triste. Un día decidió que quería ayudar a las
personas que pasaban necesidad. Se acordó de la casa en ciudad donde huérfanos
vivían de lo que la gente les daba. Creía que esos niños, al igual que él,
estaban muy solos y quería verlos felices.
El Olentzero era muy inteligente y muy hábil con sus manos.
Fabricó juguetes de madera para regalarles a los pequeños cuando fuera a la
ciudad a vender su cosecha. Cuando terminó los juguetes los puso en un gran
bolso, buscó a su asno y fue rumbo a la ciudad.
Se sentía muy feliz ese día y sus ojos brillaban de alegría. Viajó
una mañana entera a través de las montañas para alcanzar la ciudad. Los
pequeños niños del pueblo fueron muy felices con los juguetes que les regaló y
escuchando las historias que él les relataba, las mismas que su padre le
contaba de pequeño.
Los huérfanos estaban encantados con el Olentzero y después de ese
día maravilloso no se sintieron nunca más solos. El Olentzero se hizo muy
conocido en ciudad. Cuando llegaba desde las montañas era rodeado por niños que
se acercaban a verlo.
Eso duró durante numerosos y bonitos años, pero un día una
tormenta terrible se cortó sobre la ciudad y las montañas, causando numerosos
daños. Los fuertes vientos y fríos y el trueno asustaron y trastornaron a los
habitantes, y más especialmente a los niños.
Un día, cuando el Olentzero volvió de nuevo a la ciudad vió como
un rayo caía sobre una casa. Corrió rápidamente hacia allí y pudo ver a los
niños aterrorizados en una ventana. Sin vacilar, entró en la casa en llamas,
protegió a los niños del fuego y los ayudó a salir por una ventana del primer
piso. Pero mientras él intentaba también escapar una gruesa vieja viga cayó
desde lo más alto sobre él. El Olentzero cayó con dolor y su fuerte corazón se
detuvo.
La gente lloró cuando vieron la casa en llamas, lo que había
sucedido y que ya nada podían hacer. Pero repentinamente apareció una luz
brillante procedente de la hoguera. Nadie podía ver quien era. Dentro de la casa
el hada que había encontrado a el Olentzero bebé, apareció cerca él y comenzó a
llamarlo por su nombre con su voz suave: ¡Olentzero! ¡Olentzero!.
Y dijo: "Olentzero, fue un hombre de bien, honesto y
cariñoso. Pasó su vida al servicio de los otros, y hasta dio su vida para
salvar a su próximo, por eso no morirá nunca. Y a partir de ahora, fabricará
juguetes y otros regalos para los huérfanos de esta ciudad y de toda Euskal
Herria.
Algunas personas no creen que el Olentzero verdaderamente exista.
Aunque como reza un viejo proverbio vasco:
http://www.euskosare.org/kultura/historia_olentzero
domingo, 16 de diciembre de 2012
Rauda Jamis - Carta al ausente
Mi noche es como un gran corazón que late.
Son las tres y media de la madrugada.
Mi noche no tiene luna. Mi noche tiene grandes ojos que miran fijamente una luz gris que se filtra por las ventanas. Mi noche llora y la almohada se vuelve húmeda y fría. Mi noche es larga y larga y larga y parece estirarse siempre hacia un fin incierto. Mi noche me precipita hacia tu ausencia. Te busco, busco tu cuerpo inmenso a mi lado, tu respiración, tu olor. Mi noche me contesta: vacío; mi noche me da frío y soledad. Busco un punto de contacto: tu piel. ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? Me vuelvo hacia todos los lados, la almohada húmeda, pego la mejilla a ella, mi pelo mojado contra las sienes. No es posible que no estés aquí. Mi cabeza vagabundea, mis pensamientos van, vienen, y se aplastan, mi cuerpo no lo puede comprender. Mi cuerpo te desearía. Mi cuerpo, esa incertidumbre mutilada, desearía olvidarse por un momento en tu calor, mi cuerpo requiere algunas horas de serenidad. Mi noche es un corazón hecho trizas. Mi noche sabe que me gustaría mirarte, seguir con mis manos cada curva de tu cuerpo, reconocer tu rostro y acariciarlo. Mi noche me ahoga por tu ausencia. Mi noche palpita de amor, aquel quien quisiera contener pero que palpita en la penumbra, en cada una de mis fibras. Mi noche quisiera llamarte, pero no tiene voz. Sin embargo, desearía llamarte y encontrarte y apretarse contra ti un momento y olvidar ese tiempo que mata. Mi cuerpo no puede comprender. Tiene tanta necesidad de ti como yo, quizás a fin de cuentas él y yo sólo somos uno. Mi cuerpo te necesita, a menudo casi me has curado. Mi noche se hunde hasta casi no sentir la carne y el sentimiento se hace más fuerte, más agudo, desprovisto de la sustancia material. Mi noche me quema de amor.
Son las cuatro y media de la madrugada.
Mi noche me agota. Sabe que te echo de menos y toda su oscuridad no basta para esconder esa evidencia. Esa evidencia brilla como una cuchilla en la noche. Mi noche querría tener alas que volaran hasta ti, te envolvieran en tu sueño y te devolvieran a mí. En tu sueño me sentirías cerca de tí y tus brazos me abrazarían sin que despertases. Mi noche no me aconseja. Mi noche piensa en ti, sueño despierto. Mi noche se entristece y se pierde. Mi noche acentúa mi soledad, todas mis soledades. Su silencio sólo oye mis voces interiores. Mi noche es larga y larga y larga. Mi noche tiene miedo de que el día no aparezca jamás, nunca jamás, y a la vez teme su aparición, porque el día es un día artificial en que cada hora cuenta el doble y sin ti no es realmente vivida. Mi noche se pregunta si mi día no se parece a mi noche. Lo que le explicaría a mi noche porque temo también el día. Mi noche tiene ganas de vestirme y de empujarme fuera para ir a buscar a mi hombre. Pero mi noche sabe que lo que se llama locura, de cualquier tipo, esparce desorden, está prohibida. Mi noche se pregunta qué es lo que no está prohibido. No está prohibido confundirse con ella, eso lo sabe, pero se ofusca al ver una carne confundirse con ella en el filo de la desesperación. Una carne no está hecha para casarse con la nada. Mi noche te quiere con toda su profundidad, y resuena también de mi profundidad. Mi noche se nutre de ecos imaginarios. Puede hacerlo. Yo fracaso. Mi noche me observa. Su mirada es lisa y se funde en cada cosa. Mi noche desearía que estuvieses aquí para deslizarse en ti con ternura. Mi noche te espera. Mi cuerpo te espera. Mi cuerpo te espera. Mi noche quisiera que tú descansases en el hueco de mi hombro y que yo descansase en el hueco del tuyo. Mi noche quisiera ser el mirón de tu placer y del mío, verte y verme temblar de placer. Mi noche quisiera ver nuestras miradas y tener nuestras miradas cargadas de deseo. Mi noche quisiera tener entre sus manos cada espasmo. Mi noche se volvería suave. Mi noche gime en silencio su soledad al recordarte. Mi noche es larga y larga y larga. Pierde la cabeza pero no puede alejar tu imagen de mí, no puede tragarse mi deseo. Se muere al saber que no estás aquí y me mata. Mi noche te busca sin cesar. Mi cuerpo no consigue concebir que algunas calles o cualquier geografía nos separan. Mi cuerpo se vuelve loco de dolor al no poder reconocer en medio de mi noche tu silueta o tu sombra. Mi cuerpo quisiera besarte en tu sueño. Mi cuerpo quisiera dormir en plena noche y en esas tinieblas ser despertado porque tú lo besabas. Mi noche no conoce sueño más hermoso y más cruel hoy que éste. Mi noche grita y desgarra sus velos, mi noche choca con su propio silencio, pero tu cuerpo permanece inencontrable. Te echo tanto de menos. Y tus palabras. Y tu color.
Pronto va a amanecer.
lunes, 10 de diciembre de 2012
Diez del doce del dos mil doce
Traigo la solución para todos aquellos jóvenes, no tan jóvenes, solteros, vagos y maleantes, que al final de la semana encuentran su habitación convertida en "el primer día de las rebajas". Con un simple chasquido de los dedos, tu habitación totalmente automatizada será capaz de autorrecogerse a sí misma.
Este producto se encontrará disponible en las mejores tiendas en breve.
lunes, 19 de noviembre de 2012
La historia del calcetín desparejado
La luz matinal se filtra por la rendija entreabierta del cajón donde están guardados los calcetines y la ropa interior. Se abre el cajón. Una mano busca un par de calcetines, coge un calcetín rosa, pero ¿dónde esta su pareja?
¿Dónde está el otro calcetín rosa? Seguro que está solo, abandonado en la lavadora de cualquier lavandería de la ciudad. O quizás haya caído detrás de la secadora, en el hueco entré la secadora y la pared, lleno de polvo y suciedad. Pobre calcetín solitario, abandonado sin su pareja, pobres calcetines separados por el destino. Es posible que se haya caído por un agujero que tuviese la bolsa dónde estaba de camino a la lavandería, o de vuelta a casa. Seguro que se siente solo, olvidado, ¿Quién quiere a un calcetín solitario? ¿ De qué sirve un calcetín desparejado tirado en la ciudad? Y el otro calcetín rosa, en su cajón, acogedor, cálido y limpio, pero tan vacío sin su pareja. Su dueño le obligará a emparejarse con otro calcetín en su misma situación, otro calcetín que no conjuntará con él, puede que sea uno azul a rayas, o uno blanco con corazones, pero ninguno podrá sustituir a su compañero, a su par de calcetín, hecho a su medida. ¿Nunca has pensado en ese calcetín solitario que perdiste y que nunca volvió a aparecer?
En honor a mi calcetín desaparecido hace dos semanas.
Desde Palermo, con amor.
martes, 16 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
Parece que llegan las castañas
Creo que a muchos se nos había olvidado lo que era que se te congelase la nariz y tener que usar guantes cuando vas en bici. El señor que vende barquillos en verano ahora vende castañas. Llega el invierno, y yo emigro hacia el sur.
domingo, 14 de octubre de 2012
sábado, 13 de octubre de 2012
lunes, 8 de octubre de 2012
Diez días
En diez días me voy de Erasmus. Creo que no estoy nerviosa, pero estoy en mi mundo, tengo mil cosas en la cabeza y no me entero de lo que está pasando a mi alrededor.
Los primeros días los pasaré en un albergue, pero antes de ir tengo que arreglar unos papeles que todavía no he entregado... soy un desastre, un desastre total. Pero bueno al final todo saldrá.
El 18 cojo un avión a Barcelona, paso allí una noche, y el 19 por la mañana me voy a Palermo. No me imagino como será eso... no me hago a la idea todavía.
Tengo pena por irme, estoy demasiado a gusto aquí con todos mis amigos. El otro día soñé que no tenía dientes, y que me salían las muelas de golpe. Me han dicho que eso significa o puede significar, que voy a vivir unos cambios muy drásticos en mi vida, tendré que estar preparada para todo.
Mañana publican un artículo que he escrito de Bizkaibus y el servicio de mierda que nos dan para ir al a universidad, parece que vivimos en el tercer mundo, parece uno de esos autobuses de la india, pero lleno de estudiantes.
Me duele la pierna, es una de las consecuencias del sábado en Basauri.... De los errores se aprende,¡ o eso espero!
Hace buen tiempo, vamos a ir a tomar algo al herriko. Con fer. Y igual viene un Danés que conocimos hace dos semanas de fiesta. Le reconocimos porque es un chico con rastas que hace malabares delante de los coches en un semáforo de bilbao para pedir dinero. Si es que somos unas relaciones públicas!
No me gustan las despedidas, así que aquí lo dejo, sin despedirme.
Mundaka ayer |
viernes, 5 de octubre de 2012
Egon Schiele
Esta mañana he ido al Guggenheim, a ver la exposición de Egon Schiele. Me ha parecido muy interesante, recomiendo a todo el mundo que vaya a verla. Merece la pena ver su obra en directo, no es lo mismo que verla en una foto.
Egon Schiele nació en Austria en 1890. Dado a que fue muy mal estudiante su madre decidió sacarle de la escuela antes de que terminase sus estudios. En 1906 ingresó en la Academia de Bellas Artes de Viena. A lo largo de su carrera profesional tuvo contacto con algunos artistas de su época como Gustav Klimt o Oskar Kokoschka . Aunque murió joven llegó a desarrollar un estilo muy personal que en ocasiones chocaba con el estilo artístico de la época.
http://www.egon-schiele.net/

domingo, 29 de julio de 2012
Carretera y toalla
El lunes 23 de julio, a las 7.45 de la mañana me junté con Leire en la estación de autobuses de Donostia. Cogimos el primer autobús a Ondarru, el último pueblo de Bizkaia antes de Gipuzkoa, o el primero, según lo mires. Aunque terminamos antes de lo esperado, ha sido una semana muy muy muy envidiable. Todo sobre la marcha, y todo perfecto, el tiempo, la playa, la gente. Increible! Hemos dormido en sitios preciosos, durmiéndonos cada noche escuchando las olas y el mar, y al despertar con el privilegio de poder darnos un baño en las playas más bonitas de Bizkaia para despejarnos. Muy recomendable para todo aquel que esté dispuesto a dormir en una tienda de campaña y a no ducharse en... unos cuantos días.
Para resumir estos 6 días de aventuras por ahí
Para resumir estos 6 días de aventuras por ahí
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Aqui pasamos la primera noche, en la ermita de Ea, con unas vistas impresionantes. |
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El atardecer que tuvimos la cuarta noche, desde San Juan de gaztelugatxe, antes de que empezase una tormenta. |
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La tormenta que venía hacia gaztelugatxe, aunque no se vean, había rayos, pero son muy difíciles de fotografiar, aunque creo que se ve claramente el nubarrón que se acercaba. Hay que decir que el pararrayos estaba justo en la ermita que se ve a la derecha. |
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El último día, como llovía tuvimos que dejar de andar por la costa porque no teníamos donde acampar, así que fuimos andando desde Bilbao hasta el puente colgante, y por el camino pasamos por estos callejones llenos de graffitis. |
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Son los graffitis que siempre veo desde el metro. |
sábado, 28 de julio de 2012
Inventamos nuevos caminos
Este es uno de los sitios en los que hemos estado esta última semana.
Mañana escribiré más, ahora estoy cansada y quiero dormir en una cama, con almohada y todo!
Ondoloin txikipoliiitss
martes, 19 de junio de 2012
Querido blog...
La semana pasada hice muchísimas cosas diferentes. Estuve tan ocupada que no tuve ni un minuto para pararme y pensar y recapitular. Ayer, cuando Leire y yo volvíamos de Donosti, nos pusimos a pensar, ¿qué hicimos la semana pasada? nos costó muchísimo acordarnos de las cosas y del orden de todo, lo único que estaba claro es que nos lo habíamos pasado pipa. He decidido escribir mi semana pasada y parte de la anterior para trabajar un poco la memoria, que si no a este paso me va a desaparecer.
Seguiré un orden poco habitual, a contracorriente. Empezamos la semana desde hoy.
Martes 19 Junio
Esta mañana me he despertado en casa ajena, con el sonido de un despertador que ha sonado como.. ¿ 8 veces? ( Era para no quedarnos dormidos...) Después he venido a casa de Leire, he desayunado un poco, hemos bajado a la ortopedia, y después hemos cogido el metro y para ir hasta Plentzia. Allí hemos buscado la oficina de información para pedir unos mapas de la zona y de la provincia, porque tenemos en mente un plan para el verano, conocer la costa de Bizkaia. Hemos andando hasta los bunkers de Gorliz, un sitio abandonado cerca de un faro, con unas vistas increibles, dónde nos acabamos de enterar que de vez en cuando se organizan fiestas clandestinas. El día estaba nublado y no se distinguía la linea del horizonte, era una auténtica pasada, " hemos conocido el infinito". Por supuesto nos hemos sacado unas cuantas fotos, y después de un rato hemos bajado otra vez al pueblo, y mientras volvíamos a Deusto en metro hemos estado planeando nuestra ruta del verano, mientras sentíamos una extraña sensación de estar siendo observadas por todo el vagón del metro, y también un poco envidiadas... ¡No cualquiera hace planes tan guays como los nuestros! Ahora Leire está pintando, dentro de 15 minutos tiene que ir a cuidar a la amama. Yo no sé lo que haré, para empezar me voy a duchar, después igual quedo con Markel y compañía para ir a ver un cabaret de una amiga, y después iremos a Basauri a ayudar a Bittor a pintar unas pancartas para las fiestas de un barrio. Pero bueno, esto último solo son suposiciones, porque nuestra vida va sobre la marcha... según nos apetezca... Igual terminamos jugando a fútbol con unos amigos que han venido de Donosti, aunque eso es un plan que nosotras hemos hecho sin consultar con nadie... pero quién sabe. Markel seguro que termina durmiendo en esta casa, en algún colchón de estos.
Lunes 18 Junio
Ayer fue el cumpleaños de Julen, cumplía 20. Por la mañana me desperté a las 9 para ir al ayuntamiento a por un certficicado que necesito para pedir una beca, después fui a La casa de las labores a por un lazo rojo, y terminé en Fnac, comprando un filtro protector para mi cámara y ya de paso curioseando unos libros muy interesantes de arte, fotografía y viajes. Volviendo a casa me encontré con la madre de Julen en SuperAmara y le dije que no tenía tiempo de pararme que andaba tarde, pero al final terminé llendo a casa de Julen a felicitarle, le hizo ilusión, y a mi también porque llevaba 5 días sin verle, sí, tooooda una eternidad. Como se me hacía tarde y Leire me esperaba para coger el bus de las 14.00, que terminó siendo el de las 14.30, me fui corriendo a casa, preparé la maleta mientras calentaba la comida, ensalada y albóndigas, y salí pitando al autobús. Mi aita pasaba por allí de vuelta del trabajo así que tube la suerte de que me llevase a la estación. Llevé Kitkat y plátano para Leire, que me esperaba charlando con un chico canario muy majo que acababa de conocer. Llegamos a Bilbo y vinimos al piso. Comí por segunda vez, y luego hicimos un esquema de nuestro entorno, explicándonos mutuamente quién es quién de la kuadri y tal, para que cada vez que hablemos de ellas sepamos de quien estamos hablando. Leire se fue a donde la amama, y yo me quedé terminando lo que había empezado. Estuve con Gabri, me fui a mi piso a ducharme y Goiznabar vino a buscarme en bici, había estado grabando en video un teatro de su ama. Fuimos a su casa, no había pan, así que bajamos a un super a comprar cosas, después cenamos, y a dormir.
Domingo 17 Junio
El domingo por la mañana llegué a casa, ya era de día, y me metí a dormir. Me desperté a la...13.00 quizás. La verdad no me acuerdo lo que hice por la mañana. Comimos paella y pescado y después quedé con Jose y fuimos a San Juan a visitar a Leire en coche. Nos bañamos en el mar, a mi me daba miedo saltar de las rocas, soy una miedica, lo admito. Hacia las 19.00 fuimos a un txiringuito dando un paseo, había un grupo tocando, una música que daba un ambiente especial al momento. El grupo estaba compuesto por un chico muy punky que tocaba el bajo, un señor mayor bastante casero que tocaba la trikitixa, un batería que no me llamó mucho la atención, y una chica hippy que cantaba con voz de cantante de ópera. Yo tomé un magnum frac, y seguimos caminando hasta llegar a una pequeña cala. Estuvimos un buen rato charlando sobre muchas cosas, y le contamos a Jose nuestro plan para el verano de recorrer toda la costa de Vizcaya. Se hacía tarde y el viento empezaba a soplar, dimos media vuelta y volvimos al pueblo, donde gente de todas las edades se agrupaba en la plaza principal, los señores poteaban, las señoras tomaban café en las terrazas, los niños jugaban a fútbol. Leire subió a donde su amona, que vive en una casa preciosa, típica del puerto, de colores alegres. Para terminar la tarde bien, subimos a una ermita desde donde se una vista panorámica del puerto industrial, los montes, las casas pequeñas del puerto y parte del mar. Un sitio precioso. Cuando ya era de noche, Jose me llevó en coche a casa, y así terminó mi día, por la noche cené, y no hice nada especial.
martes, 12 de junio de 2012
El pulpo es un animal superinteresante
Tiene tres corazones. La tercera pata del macho es el órgano copulador y se llama hectocotylus, que se introduce por la "cloaca" de la hembra, la hembra pone hasta 150.000 huevos que cuelga en el techo de su cueva como racimos de uvas. Los pulpos mas grandes llegan a medir hasta 6 metros y pesar 70 kg!
.... bueno, y todo esto, a raçiz de que hoy hemos cogido carraquelas en San Juan de Gaztelugatxe ( los que no sepan que son carraquelas que lo miren en Google). Hemos cogido carraquelas, y las hemos traído a casa superemocionadas para cocinarlas y comerlas. Resulta que dentro de una carraquela había un .... un... cangrejo? araña de mar? cangrejo ermitaño?... no sé, le hemos llamado Sebastián, como al cangrejo de la Sirenita. Lo hemos metido en un tuper con agua, como era agua dulce le hemos echado sal a ver qué pasaba. Como el agua estaba templada le hemos puesto hielos, y como pensábamos que quería respirar le he puesto un trozo de pan pa que trepase a el trozo y respirase un poco, se ha retorcido y ha muerto. Luego a resucitado, ahora no se lo qué hace, está en la cocina, espero no encontrarme mañana con un macrocangrejo en la cocina desayunando café...
Y cómo un sabio nos dijo: " Una persona que triunfa en la vida, es una persona que hace lo que quiere sin pensar en el qué dirán "
martes, 5 de junio de 2012
Hamburguesas con patatas fritas
Hace tiempo que no cuento mi vida, ya es hora de hacerlo.
La semana pasada ... Hice tantas cosas que no recuerdo con claridad la semana en sí. Creo que fui a la playa, también salí de fiesta a lo grande! Volví a la facultad... ¡ Cuánto la echaba de menos! Y lo digo en serio, aunque muchos y muchas penséis que estoy mal de la cabeza, es normal echar de menos una facultad como la mía, os lo aseguro. También estuve con Julen paseando, ah! y también estuve en Délica, un pueblo precioso al lado de Amurrio, visitando a Irune, con Tania. Me lo pasé requetebien, era un riachuelo con unas pequeñas cascadas que hacían bañeras naturales, ooooh, que relax.
El jueves hice un experimento con unas fotos, una especie de collage que ha quedado inacabado en la sala. Esa noche, fue una locura, pasó casi de todo. El resultado: Lili tiene una rodilla con una postilla que da miedo, rodeada por un moratón de los buenos, otra rodilla raspada, moratones en los brazos y un arañazo en el cuello. ¡ Viva la fiesta ! Y para desayunar un bocadillo de chorizo de pamplona, si señor.
El fin de semana fue tan loco como la semana. El viernes llegué a Donosti, reunión de guías DonostiCup. Después, pasé por casa, cogí el biquini, un libro, un cuaderno para dibujar, y demás utensilios que suelo llevar en el bolso, y me fui a la playa con mi bici. Paseé por la orilla a mi bola total, admirando lo bonita y preciosa que es mi ciudad, cosa que a veces olvido. Llegué a lo viejo, paseé por las calles y estuve hablando con unos amigos un rato, y luego me fui a dibujar. Total que terminé en el puerto hablando con un vecino de mi barrio, al que de pequeños, y de no tan pequeños, llamábamos " Osama Bin Laden ", por su gran parecido con él. Tiene un barco precioso, algún día subiré una foto. Es un barco pequeño y muy antiguo, de madera oscura y con un mástil no demasiado alto. La vela se ve que era blanca, pero que con el paso del tiempo se ha ido poniendo de un tono mas... amarillento. Y en el final del mástil ondea al viento la bandera de Italia.
El Sábado fui a comer con mi familia a Pasajes, a un restaurante deliciosísimo. Revuelto de xixas ( una especie de hongos ), croquetas y café. Por la tarde mi hermano yo yo cogimos un autobús y en hora y media nos plantamos en Vitoria. Vimos un concierto de Green Valley, y al día siguiente, a las 5 cogí un autobús a Bilbao y me despedí de mi hermano que se iba a Donosti otra vez.
Y eso, bueno, hoy es Martes, ayer... ¿ qué hice ayer ? ah, sí. Comí lentejas en casa de Leire, pero antes de eso... uf, no me acuerdo, creo que dormí toda la mañana... o estuve en casa? Uf que memoria de pez. He dormido también en casa de Leire, he ido esta mañana con ella a la uni. Hemos hablado con Natxito de erasmus, hemos cogido geso y escayola, hemos estado con algunos amigos, hemos comprado un bocadillo, hemos hecho autostop y un chico muy majo nos ha llevado hasta el metro. Hemos cogido el metro y hemos llegado a la playa con Oihane y Iñigo. Hemos tomado el so, hemos hablado. Hemos hecho muchas cosas. Hace media hora que hemos llegado de la playa. Ahora toca cenar, algo rico, y después una película. Creo que ya estarán preparando las hamburguesas con patatas fritas.
domingo, 3 de junio de 2012
¿Quieres tomar algo?
Desayunaba sola mientras miraba con concentración al cubo de la basura, del que de vez en cuando salía alguna hormiga cargando algún alimento. Su mirada paseaba entre el cubo y la taza que tenía delante, llena de leche con cacao y cereales de chocolate. Oía el ruido de los cereales en su boca al crujir. No hacía ni frío ni calor y el ambiente olía a cerrado. Las persianas del salón estaban todavía bajadas por lo que la casa estaba casi a oscuras, salvo por la luz fluorescente de la cocina.
A veces se inventaba historias. Era una chica bastante miedosa y su tremenda imaginación le ayudaba a crear cuentos espeluznantes en su cabeza. Pero odiaba pensar en esas cosas cuando estaba sola en casa.
De repente oyó un ruido, un sonido que provenía del armario del pasillo, era el típico ruido que hacía la madera de las puertas viejas. No se asustó ya que al vivir en una casa vieja las puertas a veces parecían tener vida propia y retorcerse por el dolor de los años de más. Volvió a oir el sonido, esta vez más fuerte, y calló algo al suelo. Se puso en tensión, el cuerpo paralizado al mismo tiempo que todos los fantasmas creados por ella misma aparecían en su mente. Estuvo quieta casi medio minuto, y al ver que no pasaba nada pensó que era tonta y siguió comiendo tranquilamente sus cereales empapados de leche. Cuando levantó la cabeza para volver a dirigir su mirada al cubo de la basura, en su lugar, apareció una silueta, silenciosa y de pie observándola desde el pasillo. Se asustó tanto que no supo que decir ni que hacer, casi se le olvida incluso respirar. Con los ojos como platos observó a aquel hombre extraño que sin saber como había aparecido en su casa y la miraba con un gesto inexpresivo. No supo que decir hasta que sin pensarlo, sus labios pronunciaron unas palabras: " ¿Qui-qui-qui-eres de-desayunar algo? " Le temblaba la voz. No quería hacer movimientos bruscos. El hombre aparentaba 40 años, aunque por su forma de vestir parecía más joven.
Se sentó con ella sin hablar, y asintió con la cabeza. La chica le sacó una taza, café y cacao, galletas, zumo de naranja y bizcocho. Le ofreció todo lo que tenía en la cocina para ver si el hombre se entretenía y no le hacía daño. No se atrevía a salir de la cocina, ni a darle la espalda al extraño. Caminaba sin hacer ruido, mejor dicho se deslizaba, como una bailarina que anda de puntillas, de un armario a otro de la cocina, intentando satisfacer los desconocidos gustos del invitado. Él comía algunas cosas, pero no salía ni una palabra de su boca.
Al cabo de un rato el hombre se levantó de nuevo, buscaba algo con la mirada. " Gracias " Escribió con letra infantil en un trozo de papel con un bolígrafo azul. La chica no sabía que hacer, pero optó por sonreír tímidamente e intentar no cruzar miradas.
Eran casi las 12 del mediodía y aquel personaje de nombre desconocido parecía no tener intención de moverse de la casa, por lo que ella trató de entender el por qué de su inesperada visita, y en el mismo pedazo de papel escribió " ¿Quieres algo más? :) " " No, gracias, estoy bien ".
Todo resultaba surrealista. ¿Cómo había llegado aquel hombre solitario a la casa? ¿ De dónde había salido? ¿Qué quería de ella? ¿Quién era? Le venían tantas preguntas a la cabeza que no sabía por dónde empezar. ¿ Estaría loco? ¿ Querría hacerle daño? ¿ O simplemente quería un poco de compañía ? Deseaba cerrar los ojos y que al abrirlos otra vez todo volviese a ser normal como siempre, que el desconocido no estuviese allí, que nunca hubiese estado y que los personajes de su imaginación nunca más saliesen de su cabeza para entrar en su cocina. Pero eso no podía ser, el desconocido seguía allí mirándola fijamente. Se volvió a sentar y empezó a escribir en el papel. " Me llamo Isabella, tengo 20 años y vivo aquí con dos amigos míos. ¿ Cómo te llamas tú? " No hubo respuesta, y aunque su pulso aún temblaba por el miedo, no se rindió. " Estudio arte, esta mañana pensaba ir a pasear por la ciudad y a hacer la compra, ¿te gusta pasear? " El silencio se prolongó más tiempo. Ya habían pasado dos horas cuando el hombre se decidió a escribir algo. " Yo me llamo Juan " Se quedó pensativo. " Me gusta pasear, pero no por la ciudad, me gusta el parque ".
Isabella dejó de sentir tanto miedo como antes, si después de dos horas Juan no le había atacado, dudaba que tuviese alguna mala intención. " Voy a prepararme y vamos a dar una vuelta " Dijo Isabella intentando transmitir confianza.
Se vistió y metió en el bolso las cosas que necesitaba. Juan la esperaba en la puerta, con su inexpresiva mirada clavada en ella.
De repente se dio cuenta de que se olvidaba algo. El móvil. ¿Dónde estaba? " ¡ No puedo creerme que haya perdido el móvil otra vez! Lo buscó por todas partes. Buscó en la lavadora e incluso en el cajón de la ropa interior, pero nada. Con tristeza dijo " Ya es el octavo móvil que pierdo, o igual me lo han robado. Ya me da igual... Total, siempre me roban " Por el rabillo del ojo vio que Juan se metía la mano en el bolsillo. Rápidamente se puso alerta, preparada para defenderse, pero con el terror corriendo por sus venas. Las piernas le temblaban, pensaba que del bolsillo sacaría un cuchillo, una pistola... Juan se acercó sigiloso, y con una sonrisa casi inapreciable le puso el móvil en la mano, hizo un gesto para pedir papel y bolígrafo. " Ayer te vi pasar por la calle, y se te calló el móvil al suelo. Ibas corriendo, muy deprisa. Quería devolverte el teléfono pero soy mudo y no te podía gritar. Corrí por detrás tuyo, pero no pude alcanzarte. Entraste al portal, la puerta se mantiene abierta unos segundos así que pude entrar y vi que subías." Isabella no se creía lo que estaba oyendo, no se creía que alguien le había perseguido hasta casa sin que ella se hubiese dado cuenta. Juan siguió. " Esperé en el portal. No sabía qué hacer, no quería asustarte. Después de un rato me di cuenta de que no habías cerrado bien la puerta de la casa. Entré y te busqué. Creo que todos estabais dormidos. No tenía a donde ir. Me quedé aquí por no despertaros."
Aquel hombre con aspecto extraño que había aparecido en su pasillo sospechosamente tan sólo quería devolverle el teléfono.
viernes, 25 de mayo de 2012
¿Cuanto puedo escribir en 7 minutos?
Estoy viendo los Simpson mientras espero a que Oihane me toque el timbre para empezar a hacer la comida. Está sonando el teléfono.... era mi madre, para preguntarme si mañana quiero que me haga tarta, mmmmmm... se me hace la boca agua.
Esta semana ha sido... he hecho mil cosas. Desde ir a mercadillos, hasta ir a la playa, y por desgracia, también a un funeral. Por lo menos el tiempo acompaña y no ha sido todo lo triste que podría haber sido. He cenado con amigos todos los días, he bebido cerveza y he comido helado. Me he comprado un libro de viajes. Fuimos a ver las estrellas, pero en vez de eso, vimos una lechuza y un erizo. Ayer me invitaron a cenar. Estrené mi vestido negro de lunares blancos, es precioso.
Ahora tengo hambre, mucha hambre, porque no he desayunado, creo que comeremos arroz, pechugas, patatas y bueno, reuniremos lo que queda en nuestras neveras y lo comeremos en la terraza, ya que hace calorcito...
En la televisión está apareciendo gente del Barça y del Athletic. Hoy es la final de la Copa del Rey. Habrá una gran fiesta esta noche, pero se que si el equipo bilbaino pierde, todo el mundo se irá a casa a llorar y tendré que celebrar mi cumpleaños en compañía de menos gente, pero bueno, seguro que también merecerá la pena.
Han sido 8 minutos en vez de 7. Pero bueno, esto es todo lo que puedo deciros.
El viernes pasado llovía así. Hoy los termómetros marcaban 36 Cº |
lunes, 14 de mayo de 2012
La chica que no quería irse a dormir
Dormir me gusta y me disgusta a la vez.
Me gusta quedarme dormida, sobretodo me gusta dormir cuando no puedo dormir; a las 7.32 de la mañana cuando suena el despertador, durante las clases de historia mientras escucho al profesor, los días de resaca que tengo comida familiar... En esos momentos sí, sí apetece dormir largo y tendido, hasta el infinito y más allá.
Pero otras veces no, otras veces desearía no tener esa necesidad humana de dormir, porque me quita tiempo valioso de mi vida. Pasamos gran parte de nuestra vida durmiendo. Muchas veces ese tiempo me gustaría utilizarlo para otras cosas como, pintar, hacer deporte, socializarme o simplemente ver una película. Pero siempre el sueño es más fuerte que yo y caigo a rendida a sus pies.
Querría tener la posibilidad de dormir solo por placer. No cansarme nunca, o no necesitar del sueño para descansar, y que dormir solo fuese algo mas en lo que pasar el tiempo, otra forma de ocio, cómo andar en bicicleta o leer.
¿Sería guay verdad?
Es tarde y no tengo mucho sueño, mis dos compañeros de piso duermen, o eso creo, y yo debería hacer lo mismo. Pero sé que me meteré a la cama, cerraré los ojos y me pondré a pensar en hoy, en ayer, en antes de ayer, en ella, en ellos, en ella y en él. En cosas que todavía no han llegado, y quizás nunca lleguen. Pensaré tanto que llegaré a pensar en cosas que no tengan que ver con lo que pensaba al principio, y después, intentaré pensar en blanco, pero entonces también estaré pensando, y intentaré concentrarme y dormirme, y igual entonces me duermo. O igual antes de todo esto, porque creo que ya mis párpados empiezan a pesar y tengo un bostezo en la boca de la garganta.
Café con hielos los viernes |
Un mosto en verano |
Una caña los sábados |
domingo, 13 de mayo de 2012
Ikatz kalea
Érase una vez,
Una calle donostiarra, una calle llena de gente, gente joven, en el corazón de la parte vieja de la ciudad. Una calle de culto para los fieles de sus bares, que cada sábado acudían sin falta a sus oscuros templos. Una calle llena de vida lo sábados por la noche, y llena de "muertos" los domingos por la mañana. La calle más transitada el día de Santo Tomás, la noche del 20 de enero, y los primeros dos fines de semana de septiembre.
Las kuadrilas se juntaban allí, se divertían siempre, bailando, cantando y muchas veces bebiendo, sólo agua y coca-cola, por supuesto. Cada kuadrila tenía su propio lugar a lo largo de los escasos 100 metros de calle, y los miembros de cada una sabían a dónde tenían que ir si querían encontrarse con los suyos. Algunos preferían música mas "pachanguera", otros eran amantes del rock, otros del punk. Pero todos convivían, se conocían y compartían los mismos dos edificios a cada lado y las mismas baldosas pringosas. Allí se sentían seguros, muchos dicen que era el rincón más seguro de la parte vieja, allí nadie podía hacerte daño, porque siempre habría alguien que saldría a tu rescate, alguien te defendería ante cualquier extraño.
Una de las kuadrilas más típicas en aquellos tiempos era una compuesta por once chicas. Muy de pequeñas ya visitaban de vez en cuando un pequeño bar llamado Urraki, donde dieron comienzo a incontables noches interminables, cientos de anécdotas inolvidables y conocieron a muchas personas increíbles. A medida que crecían, algunas dejaron de visitarlo, pero otras seguían juntándose allí, todos los sábados por la noche, para hacer resumen de la semana, para reirse como nadie y para seguir viviendo noches interminables, con la compañía de la buena música y un buen "txirrisklas".
Año tras año conocían más de la calle, mas bares, mas camareros que las trataban como a reinas, mas chupitos nuevos y bocadillos deliciosos con los que disfrutar. Pero Ikatz seguía guardando algunos secretos que no llegaron a conocer hasta mucho más tarde, casi siete años después de poner por primera vez un pie en aquella calle. ¿Qué se escondía tras la puerta del baño que siempre estaba cerrado en el Belfast? ¿Qué guardaban en el armario de madera oscura del Suhazi? ¿ Qué había detrás de las puertas grandes al lado del Herria?...
Un cálido sábado de mayo del 2012, lo descubrieron, pero los secretos que encontraron llegaron más lejos de lo que esperaban. Ése día sólo habían salido tres amigas. Mientras veían un partido de la Real Sociedad en el Belfast, una de ellas fue al baño, y se dio cuenta de que el baño que siempre estaba cerrado estaba abierto. Entró emocionada, intrigada por el misterio. Nunca se habría imaginado aquel sitio oculto. Un baño enorme, con techo alto. Sus paredes estaban decoradas por baldosas de colores y en su techo había pintado un fresco de casi tantos colores como las paredes. Olía a incienso, y el suelo estaba enmoquetado. Y para poner la guinda al pastel, del techo colgaba una preciosa lámpara construida con muchísimos cristales diminutos de colores que nunca antes había visto. Salió y se lo contó a las otras dos. Fueron corriendo a verlo, pero el baño ya estaba cerrado.
Cuando ya había anochecido fueron al Suhazi. La suerte les sonrió, o quizás fue simplemente que el camarero las trataba demasiado bien, porque les regaló los pinchos que habían sobrado, que eran unos cuántos, y a cada cual mas sabroso y de mejor sabor. Acto seguido, el camarero abrió la puerta del armario de madera que había detrás de las chicas, para enseñarles lo que escondían allí. Lo que vieron fue algo que nunca habrían podido imaginar ni siquiera bajo la influencia de las drogas más delirantes. Un diminuto mundo se extendía detrás de aquellas puertas. El viento suave que corría por sus montañas olía a especias y las voces de los pequeños habitantes de aquellas tierras se oía por todas partes. Los ríos transportaban licores y de los arboles crecían canciones. Ellas no se lo podían creer, en sus ojos se reflejaba el asombro y el principio de lo que iba a ser una noche sacada de una película de ciencia ficción.
Pensaban que habían bebido algo demasiado fuerte, o que alguien había drogado su cena, ya que lo que vieron aquella noche fue muy difícil de creer. Resolvieron también el tercer misterio " ¿ Qué había detrás de las puertas grandes al lado del Herria?... " . Allí guardaban algo que brillaba tanto, que solo pudieron mantener la mirada unos pocos segundos. El resto de la gente que estaba en la calle aquel sábado parecía no inmutarse, parecía no darse cuenta de lo que ellas estaban viendo. Pero todo era cierto, no era ninguna invención o fantasía, todo era real, tanto como la música que escuchaban.
Pero lo que nunca hubieran esperado fue el cuarto misterio que nunca se habían planteado.
Hacía muchos meses que no visitaban el bar de su infancia, el Urraki, y decidieron ir a ver que tal estaba. A los diez minutos de entrar sintieron una necesidad humana de ir al baño. Entraron las tres a la vez, como cuándo tenían 14 años. Una sujetaba la puerta mientras la otra hacía lo que tenía que hacer y la otra esperaba intentando aguantárselo. La tercera se resbaló de repente y se apoyó en el grifo, que giró bruscamente y pareció romperse. Se hizo el silencio, la preocupación en sus caras. Sin saber por qué, el suelo empezó a temblar, las paredes a moverse y la pared del retrete cayó. Se quedaron en shock. Tras aquel sucio baño encontraron un sitio que ni en sus mejores sueños podrían haber visto. Sin dudarlo dos veces entraron dejando el Urraki atrás.
Una calle se presentaba ante ellas. La música era mil veces mejor que la de Ikatz. Había cinco veces mas bares y al fondo se veía un escenario donde estaban dando un concierto. Detrás del escenario había un edificio de tres pisos, decorado con graffitis y enfocado con dos focos enormes. Estaba lleno de gente de todo el mundo que les invitaba a entrar y a bailar, les daban la mano para que se uniesen a su fiesta pagana. En el cielo se veía el universo, se veían todas las estrellas existentes, y la que todavía no habían nacido, se veían galaxias y estrellas fugaces.
Disfrutaron, más que nunca, y desearon que aquella noche nunca terminase, desearon ser jóvenes para siempre, desearon vivir eternamente, y estar juntas. Después de muchas horas se dieron cuenta de que debían volver a casa, a sus obligaciones del otro lado del baño del Urraki, a las clases de la universidad, al trabajo, a sus otras amigas. Pero no sabían como volver, habían olvidado el camino. Sin saber de dónde, un coche apareció delante de ellas, un coche que a una de las amigas le perdía, un Mercedes. El simpático conductor les abrió la puerta y les dijo que subiesen, que les llevaría de vuelta a casa.
De vuelta a casa miraban por la ventanilla del coche, intentando memorizar cada esquina de cada edificio, cada nombre de cada bar, el camino que estaban haciendo, para poder mostrarles su descubrimiento a las demás cuando volviesen.
Salió el sol, y despertaron, cada una en su casa. Tenían en el cuerpo la misma sensación, se sentían especiales, se sentían afortunadas, se sentían " Gauaren erreginak" ( Las reinas de la noche ).
Cada sábado volvieron a intentar volver allí, pero no encontraron la manera. Aún así nunca desistieron, y siguieron con su ilusión buscando, y aunque nunca consiguieron volver allí su ilusión nunca se apagó, y nunca se apagará.
Ahora, después de unos años, siguen contando su aventura en la calle Ikatz, y la gente que les escucha nunca les cree, pero ellas saben que lo que vivieron fue verdad, y eso nadie nunca se lo podrá quitar.
sábado, 12 de mayo de 2012
Día sin sombras
Hoy es un día sin sombras, y si no hay sombras, significa que tampoco hay sol, significa que no puedo ir a la playa, significa que no puedo ponerme morena. Pero que no vaya a la playa y no pueda ponerme morena, no significa que no esté de vacaciones. Oh sí, v a c a c i o n e s.
Hace cuatro años, en 4º de la ESO, me dijeron que aquellas iban a ser las vacaciones mas largas de mi vida, ¡Tenía 4 meses de vacaciones por delante! Y ahora tengo... a ver, tengo que contar con las manos... casi todo mayo... junio, julio, agosto... y casi todo septiembre, es decir, mucho tiempo. Tantas vacaciones van a dar para mucho, espero.
Pero hoy no hay inspiración dentro de mi cabeza, se me traban las palabras, tengo día de...
En otras palabras, que no me salen las palabras, así que esperaré hasta que me venga la inspiración divina y pueda escribir algo que merezca la pena, mientras tanto os dejo esta foto que he sacado esta mañana.
El suelo del muro, mi hermano, y su bici. |
jueves, 10 de mayo de 2012
Un poco de agua caliente
Ayer mientras me duchaba me puse a pensar en la ducha. Me gusta ducharme, con agua caliente, aunque sea verano. Con agua templada al principio e ir calentándola hasta que me queme la piel y mis muslos empiecen a coger un tono rojizo. Bañarme me gusta aún más que ducharme.
De pequeña siempre me bañaba en una pequeña bañera que teníamos en nuestro antiguo baño. Mi madre nos metía a mi y a mi hermano juntos en el agua, y recuerdo que hacía algo que a los dos nos encantaba; echaba un chorro de jabón al interior de la bañera y la espuma crecía y crecía hasta que nos cubría casi hasta la cabeza. Yo cogía la espuma blanca y me hacia crestas y peinados extraños.
Otras veces estaba en el agua yo sola; me balanceaba hacia adelante y hacia atrás haciendo que toda el agua a mi alrededor se moviese conmigo, adelante y atrás, desbordándose por los bordes, incluso traspasando los límites de la puerta y llegando al pasillo. Una vez... mi madre se enfadó tanto conmigo por inundar la casa que me sacó envuelta en la toalla a la escalera, con la cabeza cubierta de espuma. Lloré y grité, como una de esas niñas que ahora no soporto, esas niñas a las que miro con cara de asesina para intimidarles y hacerles callar. Pero ahora me río de aquel día.
Cuando crecí un poco me gustaba meter a mis Barbies conmigo en el agua, jugar con ellas, imaginarme que eran expertas submarinistas o sirenas, aunque mas que con las Barbies me gustaba jugar con los Nenucos, hacer de amatxo responsable que lava a su bebé.
Hasta que me hice tan grande que no cabía a la vez que otra persona en la bañera, me encantaba meterme al agua con mis amigas, y jugar con la espuma igual que cuando tenía tres años.
Pero cuando llegué a mi adolescencia todo eso terminó. Dejé la bañera y pasé a la ducha. Recuerdo que solía escribir cosas en los cristales empañados de la ducha que habíamos puesto en el lugar de la bañera de mi infancia. Escribía todo tipo de cosas, dibujos.... pero sobretodo escribía el nombre del chico que me gustaba ( que solía variar a menudo). Siempre he pensado que tengo mejor letra cuando escribo con los dedos húmedos sobre un cristal empañado.
Y ahora, sigue gustándome ése momento del día. Entre semana suele ser antes de ir a dormir, me relaja, es como un "reset" en mi mente. Cuando tengo tiempo me ducho por las mañanas, tranquilamente, sin prisas. Y cuando llego muy cansada de la universidad o de la calle, algo que últimamente me pasa continuamente, me doy un baño. No me gusta tanto bañarme como antes, me siento mal cuando pienso la gran cantidad de agua que estoy gastando y que otros necesitan más que yo.
En la ducha mi mente se queda en blanco, a veces, se queda tan en blanco que olvido lo que he hecho en todo el rato que llevo bajo el agua, salgo de repente de mi burbuja y despierto, y pienso " ¿me he jabonado ya el pelo?", y como no me acuerdo, me lo vuelvo a jabonar; es posible que algunos días me haya jabonado el pelo más de 2 veces por mi atontamiento.
Me parece bonito mirar mi cuerpo desde arriba. Las gotas resbalan sobre la piel y crean dibujos y caminos, y reflejos de los colores que hay alrededor; azules y verdes, amarillos y blancos. Me gusta ver mis uñas de los pies pintadas de colores cálidos y llamativos, rosas o rojos, a veces también naranjas y amarillos. Quiero dibujar esa perspectiva que sólo yo puedo ver, hacer un cuadro o sacar una foto de ésa imagen que tan preciosa me parece.
Estar bajo agua fría no me gusta, pensaréis que estoy loca pero esto tiene una razón. Me da muchísimo miedo el fondo del mar, tanto que hasta hace poco no era capaz ni si quiera de ver documentales a cerca del tema. Tengo una increíble imaginación y cuando estoy debajo de un chorro de agua helada, cierro los ojos y lo primero que me viene a la cabeza es el fondo del mar polar, y ése es entre todos los océanos el que más miedo me da, por el hielo, la oscuridad y el no saber que se esconde en las profundidades.
Y aunque creáis que la bañera solo puede tener la función que he descrito hasta ahora, con un poco de imaginación puede tener muchas más utilidades que esa...
¡Cómo el de escenario para una sesión de fotos!
¡Hasta pronto gente que me lee!
miércoles, 9 de mayo de 2012
Momento de descanso
Hola querido blog que he tenido abandonado durante estos días,
Vuelvo a estar aquí escribiendo, aprovechando uno de los únicos momentos del día que tengo libre para escribir y contar lo que he hecho de lunes a miércoles.
Ya ha llegado el buen tiempo a euskadi, y estoy contentísima! me siento superactiva, el cielo está azul, tengo ganas de comer fruta, hacer deporte, dibujar, sacar fotos, ir a la playa, leer ... ¡Es que el buen tiempo sólo me trae alegrías!
Pero aunque el buen tiempo me encanta, en estos momentos no puedo disfrutar de él todo lo que me gustaría porque me he metido a hacer un proyecto artístico esta semana, y tiene que estar expuesto el viernes al mediodía en una tienda de Bilbao. Me hace mucha ilusión pero tengo bastante miedo por el resultado. Nunca antes he expuesto nada que sea SOLO MIO y casi sin la ayuda de ningún profesor. La verdad, da miedito....
Tengo muchas cosas en la cabeza. Ahora mismo oigo los pajarillos en la calle, mi compañero de piso grabando un vídeo para youtube y la televisión ( Disney Channel para ser mas exactos... mejor no preguntéis por qué). Y , uau! me he dado cuenta de que por fin no oigo el himno del athletic por todas partes, no me lo puedo creer! Hoy el Athletic de Bilbao juega la final de la UEFA ( creo) en Bucarest contra el Athletico de Madrid. La ciudad es roja y blanca, literalmente. Antes venía paseando y me he cruzado con un tren txu-txu forrado de arriba a abajo con la bandera, seguido por otros dos coches igualmente decorados y con el himno siguiéndoles... Creo que esta noche, gane o pierda su equipo, los bilbainos van a hacer temblar Bilbao...
Mi cabeza está en muchas cosas como ya he dicho, y no me puedo concentrar totalmente en lo que estoy escribiendo. Mientras escribo mi cerebro está calculando cuánto tiempo tardaré en llegar a la ferretería para comprar tacos de plástico, cuánto tardaré de la ferretería al autobús y cuánto tardará el autobús en llegar a su destino... y me estoy dando cuenta de que me tengo que marchar corriendo ( algo "muy poco habitual" en mi porque soy "muy puntual")
Así que aquí os dejo unas fotos al azar, de mi viaje de semana santa a Marrakech, algo de lo que hablaré seguramente otro día que tenga mas tiempo.
Esto es Tinghir, una ciudad preciosa marroquí cerca de la cordillera del Atlas. Me encantó el contraste de las montañas rojizas con el verde de las miles de paleras que atravesaban la ciudad de punta a punta. |
domingo, 6 de mayo de 2012
Introducción
Hola fieles lectores de mi blog,
Este es un espacio dedicado a contar mis extravagantes y divertidas vivencias del día a día, junto con mis muchos amigos y amigas, conocidos y familiares.
Bueno... ahora en serio. Me llamo Laura pero todo el mundo me llama Lili. Es una larga historia pero la contaré resumida:
En una farra que me eché hace ya dos o tres años vi de repente unos chicos altísimos, y les dije " Uau, sois altísimos, parecéis Gulliberg" y ellos ofendidos me respondieron " anda que tú, pareces del país de los liliputienses". A mis amigas les hizo gracia y esa anécdota se ha convertido en mi mote; Liliput, Lili, Li, Lil, Liliam... y un largo etc. según le dé a la gente.
Soy donostiarra, pero vivo en Bilbao en un piso de estudiantes con Julen y Maddi, aunque gran parte del tiempo que paso en Bilbo lo paso en el piso de compañeros de clase... como ahora. Llevo ya 4 noches sin dormir en mi cama porque voy de piso en piso de amigos en amigos, nos lo pasamos bien.
Estudio "Restauración y conservación del patrimonio artístico y cultural". ¡Zasca! la gente se preguntará, ¿Queeeeeeeeé?. Vale, es bastante habitual que la gente se quede así cuando digo el nombre de mi carrera, pero en realidad es muy sencillo: La restauración consiste en arreglar obras de arte, cuadros, esculturas, edificios... o de conservar su estado para que no se deteriore. Así que ahora mismo disfruto de una feliz vida de estudiante de Bellas Artes.
Y básicamente así soy yo, bueno, también tengo que decir que me gusta la fotografía, mucho, mucho mucho, podría decirse que soy bastante friki en ese sentido... Es como... " había una vez una chica pegada a una cámara..." Pero eso ya lo iréis viendo porque seguramente subiré muchas de mis fotos a este blog.
Y... también quiero que sepáis que voy a utilizar este blog para contar mi experiencia erasmus del año que viene. Me voy 9 meses a Palermo! Oh yeah. Así que si seguís leyendo esto es posible que os divirtáis bastante o que simplemente os interese leerlo por si vosotros también os queréis ir de orgasmus, perdón, erasmus en el futuro.
Sin mas ni más, hasta pronto.
El viernes estábamos bastante... perjudicadas por la noche del jueves porque tuvimos una cena de clase. Así que para recuperarnos fuimos corriendo a este "campo de fútbol" mientras llovía a sacarnos fotos y a bailar, es una buen remedio para la resaca. |
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