martes, 19 de junio de 2012

Querido blog...

La semana pasada hice muchísimas cosas diferentes. Estuve tan ocupada que no tuve ni un minuto para pararme y pensar y recapitular. Ayer, cuando Leire y yo volvíamos de Donosti, nos pusimos a pensar, ¿qué hicimos la semana pasada? nos costó muchísimo acordarnos de las cosas y del orden de todo, lo único que estaba claro es que nos lo habíamos pasado pipa. He decidido escribir mi semana pasada y parte de la anterior para trabajar un poco la memoria, que si no a este paso me va a desaparecer. 
Seguiré un orden poco habitual, a contracorriente. Empezamos la semana desde hoy.


Martes 19 Junio

Esta mañana me he despertado en casa ajena, con el sonido de un despertador que ha sonado como.. ¿ 8 veces? ( Era para no quedarnos dormidos...) Después he venido a casa de Leire, he desayunado un poco, hemos bajado a la ortopedia, y después hemos cogido el metro y para ir hasta Plentzia. Allí hemos buscado la oficina de información para pedir unos mapas de la zona y de la provincia, porque tenemos en mente un plan para el verano, conocer la costa de Bizkaia. Hemos andando hasta los bunkers de Gorliz, un sitio abandonado cerca de un faro, con unas vistas increibles, dónde nos acabamos de enterar que de vez en cuando se organizan fiestas clandestinas. El día estaba nublado y no se distinguía la linea del horizonte, era una auténtica pasada, " hemos conocido el infinito". Por supuesto nos hemos sacado unas cuantas fotos, y después de un rato hemos bajado otra vez al pueblo, y mientras volvíamos a Deusto en metro hemos estado planeando nuestra ruta del verano, mientras sentíamos una extraña sensación de estar siendo observadas por todo el vagón del metro, y también un poco envidiadas...  ¡No cualquiera hace planes tan guays como los nuestros! Ahora Leire está pintando, dentro de 15 minutos tiene que ir a cuidar a la amama. Yo no sé lo que haré, para empezar me voy a duchar, después igual quedo con Markel y compañía para ir a ver un cabaret de una  amiga, y después iremos a Basauri a ayudar a Bittor a pintar unas pancartas para las fiestas de un barrio. Pero bueno, esto último solo son suposiciones, porque nuestra vida va sobre la marcha... según nos apetezca... Igual terminamos jugando a fútbol con unos amigos que han venido de Donosti, aunque eso es un plan que nosotras hemos hecho sin consultar con nadie... pero quién sabe. Markel seguro que termina durmiendo en esta casa, en algún colchón de estos.


Lunes 18 Junio

Ayer fue el cumpleaños de Julen, cumplía 20. Por la mañana me desperté a las 9 para ir al ayuntamiento a por un certficicado que necesito para pedir una beca, después fui a La casa de las labores a por un lazo rojo, y terminé en Fnac, comprando un filtro protector para mi cámara y ya de paso curioseando unos libros muy interesantes de arte, fotografía y viajes. Volviendo a casa me encontré con la madre de Julen en SuperAmara y le dije que no tenía tiempo de pararme que andaba tarde, pero al final terminé llendo a casa de Julen a felicitarle, le hizo ilusión, y a mi también porque llevaba 5 días sin verle, sí, tooooda una eternidad. Como se me hacía tarde y Leire me esperaba para coger el bus de las 14.00, que terminó siendo el de las 14.30, me fui corriendo a casa, preparé la maleta mientras calentaba la comida, ensalada y albóndigas, y salí pitando al autobús. Mi aita pasaba por allí de vuelta del trabajo así que tube la suerte de que me llevase a la estación. Llevé Kitkat y plátano para Leire, que me esperaba charlando con un chico canario muy majo que acababa de conocer. Llegamos a Bilbo y vinimos al piso. Comí por segunda vez, y luego hicimos un esquema de nuestro entorno, explicándonos mutuamente quién es quién de la kuadri y tal, para que cada vez que hablemos de ellas sepamos de quien estamos hablando. Leire se fue a donde la amama, y yo me quedé terminando lo que había empezado. Estuve con Gabri, me fui a mi piso a ducharme y Goiznabar vino a buscarme en bici, había estado grabando en video un teatro de su ama. Fuimos a su casa, no había pan, así que bajamos a un super a comprar cosas, después cenamos, y a dormir.

Domingo 17 Junio


El domingo por la mañana llegué a casa, ya era de día, y me metí a dormir. Me desperté a la...13.00 quizás. La verdad no me acuerdo lo que hice por la mañana. Comimos paella y pescado y después quedé con Jose y fuimos a San Juan a visitar a Leire en coche. Nos bañamos en el mar, a mi me daba miedo saltar de las rocas, soy una miedica, lo admito. Hacia las 19.00 fuimos a un txiringuito dando un paseo, había un grupo tocando, una música que daba un ambiente especial al momento. El grupo estaba compuesto por un chico muy punky que tocaba el bajo, un señor mayor bastante casero que tocaba la trikitixa, un batería que no me llamó mucho la atención, y una chica hippy que cantaba con voz de cantante de ópera. Yo tomé un magnum frac, y seguimos caminando hasta llegar a una pequeña cala. Estuvimos un buen rato charlando sobre muchas cosas, y le contamos a Jose nuestro plan para el verano de recorrer toda la costa de Vizcaya. Se hacía tarde y el viento empezaba a soplar, dimos media vuelta y volvimos al pueblo, donde gente de todas las edades se agrupaba en la plaza principal,  los señores poteaban, las señoras tomaban café en las terrazas, los niños jugaban a fútbol. Leire subió a donde su amona, que vive en una casa preciosa, típica del puerto, de colores alegres. Para terminar la tarde bien, subimos a una ermita desde donde se una vista panorámica del puerto industrial, los montes, las casas pequeñas del puerto y parte del mar. Un sitio precioso. Cuando ya era de noche, Jose me llevó en coche a casa, y así terminó mi día, por la noche cené, y no hice nada especial. 


martes, 12 de junio de 2012

El pulpo es un animal superinteresante

Tiene tres corazones. La tercera pata del macho es el órgano copulador y se llama hectocotylus, que se introduce por la "cloaca" de la hembra, la hembra pone hasta 150.000 huevos que cuelga en el techo de su cueva como racimos de uvas. Los pulpos mas grandes llegan a medir hasta 6 metros y pesar 70 kg!

.... bueno, y todo esto, a raçiz de que hoy hemos cogido carraquelas en San Juan de Gaztelugatxe ( los que no sepan que son carraquelas que lo miren en Google). Hemos cogido carraquelas, y las hemos traído a casa superemocionadas para cocinarlas y comerlas. Resulta que dentro de una carraquela había un .... un... cangrejo? araña de mar? cangrejo ermitaño?... no sé, le hemos llamado Sebastián, como al cangrejo de la Sirenita. Lo hemos metido en un tuper con agua, como era agua dulce le hemos echado sal a ver qué pasaba. Como el agua estaba templada le hemos puesto hielos, y como pensábamos que quería respirar le he puesto un trozo de pan pa que trepase a el trozo y respirase un poco, se ha retorcido y ha muerto. Luego a resucitado, ahora no se lo qué hace, está en la cocina, espero no encontrarme mañana con un macrocangrejo en la cocina desayunando café...




Y cómo un sabio nos dijo: " Una persona que triunfa en la vida, es una persona que hace lo que quiere sin pensar en el qué dirán " 

martes, 5 de junio de 2012

Hamburguesas con patatas fritas

Hace tiempo que no cuento mi vida, ya es hora de hacerlo.


La semana pasada ... Hice tantas cosas que no recuerdo con claridad la semana en sí. Creo que fui a la playa, también salí de fiesta a lo grande! Volví a la facultad... ¡ Cuánto la echaba de menos! Y lo digo en serio, aunque muchos y muchas penséis que estoy mal de la cabeza, es normal echar de menos una facultad como la mía, os lo aseguro. También estuve con Julen paseando, ah! y también estuve en Délica, un pueblo precioso al lado de Amurrio, visitando a Irune, con Tania. Me lo pasé requetebien, era un riachuelo con unas pequeñas cascadas que hacían bañeras naturales, ooooh, que relax.

El jueves hice un experimento con unas fotos, una especie de collage que ha quedado inacabado en la sala. Esa noche, fue una locura, pasó casi de todo. El resultado: Lili tiene una rodilla con una postilla que da miedo, rodeada por un moratón de los buenos, otra rodilla raspada, moratones en los brazos y un arañazo en el cuello.  ¡ Viva la fiesta ! Y para desayunar un bocadillo de chorizo de pamplona, si señor.

El fin de semana fue tan loco como la semana. El viernes llegué a Donosti, reunión de guías DonostiCup. Después, pasé por casa, cogí el biquini, un libro, un cuaderno para dibujar, y demás utensilios que suelo llevar en el bolso, y me fui a la playa con mi bici. Paseé por la orilla a mi bola total, admirando lo bonita y preciosa que es mi ciudad, cosa que a veces olvido. Llegué a lo viejo, paseé por las calles y estuve hablando con unos amigos un rato, y luego me fui a dibujar. Total que terminé en el puerto hablando con un vecino de mi barrio, al que de pequeños, y de no tan pequeños, llamábamos " Osama Bin Laden ", por su gran parecido con él. Tiene un barco precioso, algún día subiré una foto. Es un barco pequeño y muy antiguo, de madera oscura y con un mástil no demasiado alto. La vela se ve que era blanca, pero que con el paso del tiempo se ha ido poniendo de un tono mas... amarillento. Y en el final del mástil ondea al viento la bandera de Italia.


El Sábado fui a comer con mi familia a Pasajes, a un restaurante deliciosísimo. Revuelto de xixas ( una especie de hongos ), croquetas y café. Por la tarde mi hermano yo yo cogimos un autobús y en hora y media nos plantamos en Vitoria. Vimos un concierto de Green Valley, y al día siguiente, a las 5 cogí un autobús a Bilbao y me despedí de mi hermano que se iba a Donosti otra vez.


Y eso, bueno, hoy es Martes, ayer... ¿ qué hice ayer ? ah, sí. Comí lentejas en casa de Leire, pero antes de eso... uf, no me acuerdo, creo que dormí toda la mañana... o estuve en casa? Uf que memoria de pez. He dormido también en casa de Leire, he ido esta mañana con ella a la uni. Hemos hablado con Natxito de erasmus, hemos cogido geso y escayola, hemos estado con algunos amigos, hemos comprado un bocadillo, hemos hecho autostop y un chico muy majo nos ha llevado hasta el metro. Hemos cogido el metro y hemos llegado a la playa con Oihane y Iñigo. Hemos tomado el so, hemos hablado. Hemos hecho muchas cosas. Hace media hora que hemos llegado de la playa. Ahora toca cenar, algo rico, y después una película. Creo que ya estarán preparando las hamburguesas con patatas fritas.




domingo, 3 de junio de 2012

¿Quieres tomar algo?

   Desayunaba sola mientras miraba con concentración al cubo de la basura, del que de vez en cuando salía alguna hormiga cargando algún alimento. Su mirada paseaba entre el cubo y la taza que tenía delante, llena de leche con cacao y cereales de chocolate. Oía el ruido de los cereales en su boca al crujir. No hacía ni frío ni calor y el ambiente olía  a cerrado. Las persianas del salón estaban todavía bajadas por lo que la casa estaba casi a oscuras, salvo por la luz fluorescente de la cocina.

   A veces se inventaba historias. Era una chica bastante miedosa y su tremenda imaginación le ayudaba a crear cuentos espeluznantes en su cabeza. Pero odiaba pensar en esas cosas cuando estaba sola en casa.

   De repente oyó un ruido, un sonido que provenía del armario del pasillo, era el típico ruido que hacía la madera de las puertas viejas. No se asustó ya que al vivir en una casa vieja las puertas a veces parecían tener vida propia y retorcerse por el dolor de los años de más. Volvió a oir el sonido, esta vez más fuerte, y calló algo al suelo. Se puso en tensión, el cuerpo paralizado al mismo tiempo que todos los fantasmas creados por ella misma aparecían en su mente. Estuvo quieta casi medio minuto, y al ver que no pasaba nada pensó que era tonta y siguió comiendo tranquilamente sus cereales empapados de leche. Cuando levantó la cabeza para volver a dirigir su mirada al cubo de la basura, en su lugar, apareció una silueta, silenciosa y de pie observándola desde el pasillo. Se asustó tanto que no supo que decir ni que hacer, casi se le olvida incluso respirar. Con los ojos como platos observó a aquel hombre extraño que sin saber como había aparecido en su casa y la miraba con un gesto inexpresivo. No supo que decir hasta que sin pensarlo, sus labios pronunciaron unas palabras: " ¿Qui-qui-qui-eres de-desayunar algo? " Le temblaba la voz. No quería hacer movimientos bruscos. El hombre aparentaba 40 años, aunque por su forma de vestir parecía más joven. 

   Se sentó con ella sin hablar, y asintió con la cabeza. La chica le sacó una taza, café y cacao, galletas, zumo de naranja y bizcocho. Le ofreció todo lo que tenía en la cocina para ver si el hombre se entretenía y no le hacía daño. No se atrevía a salir de la cocina, ni a darle la espalda al extraño. Caminaba sin hacer ruido, mejor dicho se deslizaba, como una bailarina que anda de puntillas, de un armario a otro de la cocina, intentando satisfacer los desconocidos gustos del invitado. Él comía algunas cosas, pero no salía ni una palabra de su boca.

   Al cabo de un rato el hombre se levantó de nuevo, buscaba algo con la mirada. " Gracias " Escribió con letra infantil en un trozo de papel con un bolígrafo azul. La chica no sabía que hacer, pero optó por sonreír tímidamente e intentar no cruzar miradas. 

   Eran casi las 12 del mediodía y aquel personaje de nombre desconocido parecía no tener intención de moverse de la casa, por lo que ella trató de entender el por qué de su inesperada visita, y en el mismo pedazo de papel escribió " ¿Quieres algo más?  :) " " No, gracias, estoy bien ". 

   Todo resultaba surrealista. ¿Cómo había llegado aquel hombre solitario a la casa? ¿ De dónde había salido? ¿Qué quería de ella? ¿Quién era? Le venían tantas preguntas a la cabeza que no sabía por dónde empezar. ¿ Estaría loco? ¿ Querría hacerle daño? ¿ O simplemente quería un poco de compañía ? Deseaba cerrar los ojos y que al abrirlos otra vez todo volviese a ser normal como siempre, que el desconocido no estuviese allí, que nunca hubiese estado y que los personajes de su imaginación nunca más saliesen de su cabeza para entrar en su cocina. Pero eso no podía ser, el desconocido seguía allí mirándola fijamente. Se volvió a sentar y empezó a escribir en el papel. " Me llamo Isabella, tengo 20 años y vivo aquí con dos amigos míos. ¿ Cómo te llamas tú? " No hubo respuesta, y aunque su pulso aún temblaba por el miedo, no se rindió. " Estudio arte, esta mañana pensaba ir a pasear por la ciudad y a hacer la compra, ¿te gusta pasear? " El silencio se prolongó más tiempo. Ya habían pasado dos horas cuando el hombre se decidió a escribir algo. " Yo me llamo Juan " Se quedó pensativo. " Me gusta pasear, pero no por la ciudad, me gusta el parque ". 

   Isabella dejó de sentir tanto miedo como antes, si después de dos horas Juan no le había atacado, dudaba que tuviese alguna mala intención. " Voy a prepararme y vamos a dar una vuelta " Dijo Isabella intentando transmitir confianza. 

Se vistió y metió en el bolso las cosas que necesitaba. Juan la esperaba en la puerta, con su inexpresiva mirada clavada en ella.

   De repente se dio cuenta de que se olvidaba algo. El móvil. ¿Dónde estaba? " ¡ No puedo creerme que haya perdido el móvil otra vez! Lo buscó por todas partes. Buscó en la lavadora e incluso en el cajón de la ropa interior, pero nada. Con tristeza dijo " Ya es el octavo móvil que pierdo, o igual me lo han robado. Ya me da igual... Total, siempre me roban "  Por el rabillo del ojo vio que Juan se metía la mano en el bolsillo. Rápidamente se puso alerta, preparada para defenderse, pero con el terror corriendo por sus venas. Las piernas le temblaban, pensaba que del bolsillo sacaría un cuchillo, una pistola... Juan se acercó sigiloso, y con una sonrisa casi inapreciable le puso el móvil en la mano, hizo un gesto para pedir papel y bolígrafo. " Ayer te vi pasar por la calle, y se te calló el móvil al suelo. Ibas corriendo, muy deprisa. Quería devolverte el teléfono pero soy mudo y no te podía gritar. Corrí por detrás tuyo, pero no pude alcanzarte. Entraste al portal, la puerta se mantiene abierta unos segundos así que pude entrar y vi que subías." Isabella no se creía lo que estaba oyendo, no se creía que alguien le había perseguido hasta casa sin que ella se hubiese dado cuenta. Juan siguió. " Esperé en el portal. No sabía qué hacer, no quería asustarte. Después de un rato me di cuenta de que no habías cerrado bien la puerta de la casa. Entré y te busqué. Creo que todos estabais dormidos. No tenía a donde ir. Me quedé aquí por no despertaros." 

   Aquel hombre con aspecto extraño que había aparecido en su pasillo sospechosamente tan sólo quería devolverle el teléfono.